Los suplementos alimenticios son productos compuestos a partir de concentrados de sustancias nutritivas, que son útiles para complementar la dieta diaria. En algunos casos, pueden utilizarse para ayudar a las dietas u otros tratamientos destinados a favorecer las funciones del organismo.

Aunque no son medicamentos, los suplementos deben tomarse de forma correcta y equilibrada. De hecho, es un error pensar que pueden sustituir a un estilo de vida saludable o que pueden resolver los problemas derivados de unos hábitos desequilibrados.

En particular, hay que tener en cuenta que los suplementos alimenticios pueden, en algunos casos, causar efectos secundarios. Por ello, siempre es aconsejable consultar a un especialista, que podrá dar indicaciones precisas sobre las cantidades que hay que tomar y las posibles contraindicaciones en las que se puede incurrir. Las mujeres embarazadas o en período de lactancia y las personas con patologías deben tener especial cuidado en el uso de los complementos alimenticios.

Es muy común pensar que tomar suplementos basados en productos naturales no requiere ninguna precaución. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las alergias o intolerancias pueden provocar efectos no deseados incluso cuando se utilizan pequeñas cantidades de una determinada sustancia.

El enfoque correcto a la hora de utilizar los suplementos alimenticios implica, en primer lugar, un buen conocimiento de la sustancia en cuestión y de sus propiedades. Además, hay que prestar especial atención a las cantidades que se deben tomar, que se describen detalladamente en el envase y en los prospectos.

Un aspecto que también debe considerarse es el tipo de suplemento alimenticio utilizado. De hecho, los suplementos producidos mediante un proceso de microencapsulación poseen características superiores a las de los suplementos clásicos. Permiten, en particular, regular el nivel de absorción de las sustancias por el organismo, mitigando así considerablemente los efectos indeseables. 

Resumiendo, podemos decir que los suplementos alimenticios pueden aportar enormes beneficios al organismo, si se combinan con un estilo de vida saludable y un uso moderado.